Historia
Según el libro de “APEOS” del año 1568, el levantamiento de los moriscos no produjo daño alguno en el templo de Purchil, lo cual nos indica la existencia del mismo. A lo largo de los siglos, esta iglesia parroquial ha sido, junto al templo de Belicena, parroquia anexa a la de Santa Fe, hasta que en 1906 adquirió su autonomía total.
La parroquia es de una sola nave, tenía artesanado mudéjar, pero desapareció y en el siglo XIX se le hizo una capilla adjunta en la parte izquierda del templo (Capilla de San José).
A lo largo de los siglos, el templo ha ido enriqueciéndose con diversas imágenes y cuadros. Según un inventario de mediados del siglo XVII, se dice que el templo tenía una imagen de la Virgen de los Dolores, un San José, una Virgen del Rosario y un Niño Jesús de Pasión, aparte de una tabla con la representación del Ecce Homo. Después se adquirieron otras imágenes como la Virgen del Carmen, el Cristo de la Expiración, la Inmaculada, Nuestro Padre Jesús Nazareno, etc. También se adquirieron unos cuadros que representan a la Inmaculada, la Imposición de la casulla a San Idelfonso, una serie de cinco lienzos con temas bíblicos, etc.
Posee cuatro retablos barrocos y dos neogóticos, aunque carece de retablo mayor, dado que en el siglo XVIII se colocó un baldaquino de piedra. Tenía púlpito de madera junto al retablo de la Virgen de los Dolores, eliminado en los años setenta del siglo XX. Aparte, posee vasos sagrados, custodia de plata de ley para la festividad del Corpus Christi, cruz parroquial de plata datada en 1777, según reza en una inscripción, y otros ornamentos.
En los años centrales del siglo XX fue párroco de esta iglesia D. Fermín Salguero Miranda. En los años sesenta estuvo como párroco D. José Ávila, que realizó importantes reformas en el altar mayor, suprimiendo las balaustradas, las urnas-retablos de los Corazones de Jesús y María y el púlpito. Este sacerdote fue párroco hasta 1981.
En los años ochenta del siglo XX, a instancias del párroco D. Juan Durán Tovar (1981-1998), se repararon los tejados, que se encontraban muy deteriorados y se colocaron lámparas de forja. Para la cubierta de la capilla mayor se hizo una gran estructura de hierro con objeto de afianzar el tejado.
Entre los años 1998 y 2004 estuvo como párroco D. Fausto Rodríguez Liñán, que cambió la fisionomía del altar mayor, eliminando las peanas con los Sagrados Corazones de Jesús y colocando los cuadros restaurados de la Inmaculada y de San Ildefonso; además, restauró algunos lienzos más, el sagrario y la Virgen de los Dolores, realizando una copia para vestir y ser procesionada. También, realizó una nueva casa parroquial de dos plantas, con salones para reuniones y una vivienda para el párroco.
Entre 2005 y 2007 fue párroco D. Miguel Gómez Martín; en 2007 y 2008, D. Antonio Jesús Heredia; a partir de diciembre de 2008 es D. Juan José Cara Tarifa.
Descripción
La Iglesia parroquial de San José de Purchil consta de una sola nave de 18 varas y media de largo por 7 y media de ancho. La Capilla Mayor es rectangular con arco triunfal rebajado y cúpula rebajada sobre pechinas; está elevada con respecto a la nave central. El altar mayor se compone de un baldaquino de mármol con cuatro columnas de color oscuro que sostienen una cúpula rematada con una cruz, debajo de la cual se alberga hoy en día el Santísimo Cristo de la Ánimas (que sale procesionalmente en el Santo Entierro, al tratarse de un crucificado con los brazos articulados); destaca el sagrario, que era dorado, pero en los años iniciales del siglo XXI fue restaurado y enriquecido con un baño de plata; en su interior hay un medallón de plata que representa a la Virgen del Rosario. Delante se sitúa la mesa del altar, donde el sacerdote celebra la misa; está realizada en mármol y fue restaurada en los años ochenta del siglo XX, ya que la anterior se rompió durante el montaje del monumento del Jueves Santo. A ambos lados del altar mayor hay dos grandes lienzos: una Inmaculada Concepción y una Imposición de la casulla a san Ildefonso, restaurados recientemente; hay además dos cobres de pequeño tamaño. En la parte superior del altar mayor hay una imagen de San José con el Niño, Patrón de Purchil y titular de la parroquia. Hay una gran lámpara de forja de color negro.
La planta del templo es rectangular, de una sola nave, con mampostería cubierta por bóveda de cañón con lunetos en dos, de los cuales se abren pequeñas ventanas. Del techo penden dos lámparas de forja en color negro colocadas en los años ochenta del siglo XX, cuando era párroco D. Juan Durán Tovar, del mismo estilo que la del altar mayor.
En la parte derecha del templo hay tres altares con retablo, que pasamos a describir. El primero de ellos, desde los pies del templo, es el de Nuestra Señora del Rosario; es de estilo barroco y en él se conserva la imagen de talla completa de la Virgen con el Niño en sus brazos; esta imagen está vestida con saya de color rojo y manto azul marino de terciopelo, pero fue mutilada en el siglo XVIII para ser vestida y dotarla de brazos articulados; esta escultura anónima es de la escuela granadina del barroco y es de buena factura; posee corona y cetro de plata, además de un antiguo rosario. El Niño también tiene corona de plata. Sale procesionalmente el Domingo de Resurrección por la mañana en la Procesión del Niño Resucitado, pero en años alternativos. Para esta ocasión, es vestida con saya, peto, mangas y manto de tisú marfil con bordados en oro, que son una auténtica obra de arte; en esta procesión sale sin el Niño, y en su lugar se le coloca una flor. En el siglo XX también salía en la procesión de la Candelaria que se celebraba el 2 de febrero, junto a la imagen de San José, pero esta costumbre se perdió en los años noventa.
El siguiente retablo, de estilo neogótico, es el de Nuestro Padre Jesús Nazareno, imagen de vestir de Cristo camino del Calvario; se trata de una imagen anónima, que se puede fechar en el siglo XVIII. En el año 2004 se sometió a un proceso de restauración, sufragado por el pueblo, a cargo de D. Dionisio Olgoso, que le devolvió su policromía inicial y afianzó los ensambles. Se presenta con pelo natural, vestido con túnica de terciopelo morado liso, corona de espinas y una pequeña cruz al hombro. Sale procesionalmente el Viernes de Dolores, precediendo a la Patrona; para esta ocasión es vestido con una túnica de terciopelo morado bordada en oro que data de 1914 y que fue restaurada en los años noventa del siglo pasado en el Convento de la Piedad de Granada. Posee un juego de cordones y borlas de oro, donados por una devota en 2007. Se procesiona en un paso de plata de ley estrenado en 2006. A los pies del Nazareno hay una pequeña y artística imagen de barro cocido y policromado del Señor de la Humildad, azotado y coronado de espinas. A ambos lados del retablo se sitúan sobre peanas las imágenes de San Antonio de Padua y del Niño Resucitado, que es de buena factura, vestido con túnica blanca; este Niño procesiona sobre unas artísticas andas doradas en la mañana del Domingo de Resurreción.
El siguiente retablo de la derecha y más cercano al altar mayor es de estilo barroco y está presidido por la Virgen del Carmen, imagen de vestir que se presenta sin el Niño (aunque en su origen lo tendría pues en la mano tiene el sistema de sujeción del Niño). Tiene pelo natural y corona y cetro de plata de ley. Viste saya marrón y manto blanco, con la particularidad de que este no le cubre la cabeza, sino que parte desde sus hombros, dejando a la vista el pelo, que se cubre con un velo blanco. Sale procesionalmente el Domingo de Resurrección para la procesión de las reverencias, pero alternando con la Virgen del Rosario; para esta ocasión cuenta con saya, peto y mangas de raso marrón con bordados en oro y un manto brocado de color marfil, muy deteriorado.
En la parte izquierda del templo hay dos retablos y una capilla. El primero de ellos, de estilo barroco y compañero del de la Virgen del Rosario situado en frente, está dedicado al Santísimo Cristo Crucificado, una talla en madera de pequeña factura, que durante mucho tiempo estuvo en el altar mayor; a sus pies hay dos imágenes de las Benditas Ánimas del Purgatorio. En realidad este retablo corresponde al Cristo de las Ánimas, de mayor tamaño, que hoy en día está en el Altar Mayor.
La Capilla de San José alberga tres retablos: el central, de estilo neogótico, que hasta 2005 presidía una imagen de San José con el Niño Jesús dado de la mano, hoy está dedicado a la imagen de vestir de la Patrona, Nuestra Señora de los Dolores, que es procesionada cada Viernes de Dolores; esta imagen de la dolorosa es copia por puntos de la original del siglo XVII, pero sólo en la cara y las manos y se presenta vestida con saya y manto negros; fue bendecida por D. Fausto Rodríguez Liñán el Viernes de Dolores de 2003, justo antes de su primera salida; para la salida procesional cuenta con saya y manto de terciopelo negros que datan de 1893 y corona de plata de 2003. La imagen de San José, patrón de Purchil, se sitúa sobre la mesa de altar de este retablo. Es una talla barroca anónima, de escuela granadina, en madera policromada y estofada de pequeño tamaño, con la particularidad de que tiene al Niño Jesús dado de la mano; sostiene una vara de plata que termina en unas azucenas. A ambos lados se encuentran las imágenes de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, que durante mucho tiempo presidieron el altar mayor; también hay una pequeña imagen de vestir de Santa Rita de Casia, donada por una devota, y otra del Santo Niño Jesús de Praga, que antes se conservaba en una artística urna neogótica. A la derecha de este retablo hay uno muy sencillo de madera, donde se albergaba la Inmaculada Concepción de las Hijas de María; hoy en día contiene la mejor obra de arte que se conserva en esta parroquia; se trata de una Virgen de Belén con el Niño en los brazos, obra del genial escultor barroco Pedro de Mena; esta talla ha estado en exposiciones dedicadas a este artista, como la realizada en la Catedral de Málaga en los años ochenta, y presidió durante mucho tiempo el altar mayor. A la izquierda, hay otro retablo muy simple que alberga una imagen de San Francisco de Asís (antes estaba en este retablo la Virgen de la Fe, que pasó a otras dependencias parroquiales). Hay un sagrario de madera policromado de gran valor artístico, restaurado en los años ochenta del siglo pasado. En el centro de la capilla hay una pila bautismal de mármol. Desde esta capilla se puede acceder a la sacristía.
El último retablo es el dedicado a Nuestra Señora de los Dolores, Patrona de Purchil; es de estilo barroco, compañero del de la Virgen del Carmen. En él se venera a la imagen de la Patrona, que no es procesionada en la actualidad, ya que por su valía artística, el párroco D. Fausto Rodríguez Liñán, decidió restaurarla y encargar una copia de vestir, que es la que se encuentra en la capilla de San José. La talla de la Virgen de los Dolores es de autor anónimo, de la escuela granadina de escultura del siglo XVII; está realizada en madera policromada, destacando los extraordinarios estofados y pliegues del manto. En el siglo XVIII, con la moda de vestir las imágenes para dotarlas de mayor naturalidad, fue torpemente mutilada con objeto de ser vestida con mantos de terciopelo; así permaneció hasta el año 2000, que fue el último año en que procesionó esta imagen. Se sometió entre los años 2001 y 2002 a un proceso de restauración a cargo de D. Dionisio Olgoso, que le restableció las partes mutiladas y restauró completamente, devolviendo una virgen dolorosa excepcional, tal y como la concibió su autor en el siglo XVII.
La sacristía es rectangular y se sitúa a la izquierda de la capilla mayor, por la que se puede acceder. En ella se conservan varios lienzos e imágenes, de entre las cuales destacan una Virgen de Belén, más conocida como Divina Pastora, obra del genial imaginero barroco Pedro de Mena, además de una pequeña Inmaculada Concepción y un Niño Jesús con túnica blanca.
A los pies del templo se sitúa el coro, en alto, sobre arco rebajado. Destacan en el coro dos imágenes: una Inmaculada Concepción y un San Ramón Nonato muy deteriorado.
La torre campanario está a la derecha de la cabecera, a la cual se accede por una puerta que hay en el altar mayor; es de planta cuadrada y consta de un cuerpo, más el de campanas, ambos de ladrillo enlucido con cuatro medios puntos para las campanas, enmarcados por una especie de alfiz. El tejado de la torre es a cuatro aguas. Las tres campanas que se conservan fueron restauradas en los primeros años del siglo XXI, siendo párroco D. Fausto Rodríguez Liñán.
Hay además un salón parroquial, a la derecha del templo, en el que se abrió una nueva puerta de hierro en 2006 con objeto de poder guardar los pasos procesionales de las imágenes. En el salón se conserva el paso del Nazareno (2006), el de la Virgen de los Dolores (2009), el de la Virgen de la Soledad (2010), el Santo Sepulcro (restaurado en 2005), las andas del Niño resucitado (restauradas en 2004)y otros enseres procesionales.
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